Volviamos a casa tras el puente de...
Volviamos a casa tras el puente de Semana Santa,y circulabamos por la carretera que nos traía desde Bujalance(Cordoba)hacia la n-Iv.Como prisa no teniamos,ni nadie que nos la metiera,como se suele decir,decidimos hacer una parada en la localidad de Montoro y así aprovechariamos para comer,pues ya era buena hora para ello y nuestro estomago se resentia.
Sorprendente,este es el adjetivo que mejor expresa la sensación que sentí tras subir una pequeña pendiente y pasar la curva que me hizo de contemplar tal conjunto de casitas blancas,amontonaditas en una ladera mirando hacia el río Guadalquivir.
Sobre esta montaña de casitas blancas destacael torreón de la iglesia de San Bartolomé y cruzando el río se alza El Puente de las Doncellas.
Este puente se construyo en 1498,proyecto de Enrique Egas,aunque las obras fueron dirigidas por Pedro Fernandez(pertaneciente a la localidad de Montoro).
Construido en piedra de color rojizo,llamada de molinaza,posee cutro arcos de medio punto,y fue bautizado con este nombre debido a que las doncellas del lugar fueron las que sufragaron los gastos de su construcción,vendiendo sus joyas y pertenencias.
Aunque sé que las comparaciones son odiosas,contemplando este pintoresco pueblo cordobés ,mi mente no podía evitar evocar similitudes con otros lugares,como con la ciudad de Toledo,pues también la colina sobre la que se asienta es abrazada por un meandro del río...O con Cuenca,por sus pequeñas casitas colgadas aferrándose a la piedra....En fin..Que maravilla,y todo esto mezclado con ese sabor tan andaluz.


