En nuestra visita a Italia, visitamos la ciudad de Verona, una ciudad encantadora, por su patrimonio histórico muy bien conservado. Paseando por sus callejuelas y sus puentes, hacia que nos transladásemos a otra época, en la que vivían Montescos y Capuletos.
En este puente, el día que estuvimos se encontraba unos puestos de artesanos muy curiosos de ver.
No es costumbre de colocar un puente como uno de sus monumentos favoritos, pero el puente Scaligero es especial porque es una verdadera obra de arte, un edificio histórico (que es parte del patrimonio de la Unesco con el centro de la Ciudad de Verona). Lo que me impresionó es que este puente se encuentra en perfecta continuidad con el Castelvecchio. Está construido con el mismo ladrillo rojo ocre que el castillo. Tiene las franjas horarias y un tipo de puestos de guardia. Al igual que el castillo, parece fortificado.
