Uno de los lugares que más me gustó de Bretaña fue Dinan. Pese al bullicio que se respira durante el día, la noche se convierte en una solitaria y tranquila pequeña ciudad.
No hay nada como dejarse perder en sus callejuelas de piedras, disfrutar de la belleza de sus fachadas, sus entramados de madera y como no, arcos de ensueño como éste, que te arrastran a otra época.
Al final de la adoquinada Rue Jerzual se encuentra lo que fue el acceso principal a Dinan. Construida en el siglo XIII, la Puerta Jerzual forma parte de la muralla que servía de defensa y protección a la ciudad. Era el puesto de control más importante. Desde él se controlaba la entrada y salida de personas y de él fluía el tráfico comercial que llegaba del río. Ahora fluyen los turistas...
Lo que más me gusta es la sensación de que al pasar bajo sus arcos te está preparando, está ambientado tu visita al núcleo de la ciudad.
La puerta Jerzual en mi opinión es bonita desde fuera, no puedo opinar si por dentro lo es igual o no.
Yo no pude verla, aunque sí que vi gente dentro. Desde fuera es bonita pero tampoco creo que sea algo que tienes que ver sí o sí.
