Puerto de Tizi n’Tichka

Recordamos nuestro viaje PERIPLOS a Marrakech y desierto de Navidades de 2010
Ascendemos por las sinuosas carreteras hasta cruzar el Alto Atlas; por estas fechas con nieve en muchos puntos. Las carreteras agradecerían un mejor mantenimiento; hoy no hay mucho tráfico y circulamos con rapidez.
Paramos en el puerto de Tizi n’Tichka, el punto más elevado de la cordillera. Pasamos bastante frío, aunque la temperatura no era tan baja, pero hacía mucho viento. Por esta nueva ruta, se saborea más la vida diaria de estas gentes del campo; podemos observar la vida en las aldeas, donde el sustento lo sigue suministrando la ganadería y la agricultura. Los niños juegan despreocupadamente en la calle. Y el adobe de las construcciones sigue decorando todo nuestro recorrido.

Paso casi obligatorio entre la ciudad de Marrakech y el desierto, Ouarzazate o los cañones del Dades y del Todra, el puerto de Tizi n'Tichka con sus mas de 2000 metros desde luego tiene sus luces y sus sombras.

¿Sus luces? Desde luego las vistas que durante todo el recorrido vamos a poder admirar son increíbles, haciendo que casi con total seguridad te pares a tomar fotos 2 o 3 veces mínimo. Solo con esto ya debería ser suficiente para no tener que arrepentirte de pasar por el

¿Las sombras? Principalmente 2. El primero es lo que cuesta pasar por el. Curvas muy cerradas, mucho trafico y grandes pendientes. En España aunque siempre costaría mas que por llano no seria un problema gravisimo. Pero en Marruecos no se realizan los controles de pesaje que se realizan aquí a los camiones, lo cual quiere decir que los camiones cargados con 10 o 20 toneladas de mas a duras penas pueden subir el puerto, haciendo que a ratos no se vaya mas rápido de 10 kmh

El puerto de Tich Ka es un paso obligado para ir de Marrakech a Ouarzazate. Tiene 2260 metros de altura y en su cima sólo se encuentra una puerta indicando el nombre y la altitud y unas cuantas tiendas. La carretera es mala y con mucho tráfico, pero las vistas merecen la pena para detenerse un par de veces y observar los desniveles y el paisaje de piedra casi negra.

Un paisaje espectacular en medio de una sinuosa carretera de montaña. Cruzar el Atlas tiene su recompensa