Puerto Soller

La distinguida y bella Sóller tiene su puerto a unos pocos kilómetros de la ciudad, por un camino precioso tapizado de frutales. El Port de Sóller está ubicado en un rincón de una perfecta bahía que parece trazada por un gran compás. Es el mayor puerto de la costa noroeste de Mallorca, usual recalada de veleros y punto de partida de excursiones marítimas. El Port -su pequeño faro blanco y negro, la bulliciosa vida de sus muelles, sus callejuelas en pendiente, con un cierto aire bohemio- es un lugar que enamora. En sus amarras flotan fabulosos veleros y grandes cruceros; en las rampas bajo los árboles,

Salen del puerto de Sóller, no hay pérdida porque el edificio es grande y un gran cartel los anuncia.
Es una empresa dedicada a navegar con su flota de barcos la costa norte de la isla, Cala Tuent, Sa Calobra o Sa Foradada son sus vistas.
El descubrimiento del Torrent de Pareis, ha sido espectacular para mi, un grandioso paisaje al que se puede acceder en este barco, o por una carretera de infinitas curvas.
La sierra de Tramuntana desde el mar es preciosa.
Solo hay que bajar del barco en la última parada, y volver a las tres horas, o en función de la jornada que decidas organizar.

Recomiendo tomar el tren viejo de ida, nosotros caminamos por Soller un rato y luego tomamos un taxi al puerto, es más barato que el tram, estuvimos en el maravilloso puerto donde tomamos el sol un rato y una deliciosa sangría, aunque no me anime a comprar souvenirs ya que son mucho más caros que en todo Mallorca. Regresamos en camión hasta palma. Muy recomendable la visita. Es hermoso

Port de Soller es un pequeño pueblo de vacaciones situado en la costa norte de la isla de Mallorca.
Tiene un aire muy tranquilo, con muchos bares y restaurantes. Además de un gran puerto deportivo en el que amarrar una embarcación.
Podemos pasear por el paseo marítimo que rodea toda el puerto además de poder bañarnos en una playita situada al lado del puerto.

Justo en el paseo marítimo opera un viejo tranvía que comunica el Port de Soller con el pueblo de Soller (situado a unos kilómetros al interior). El paseo es agradable y creo que merece la pena si se tiene una tarde tonta.

El deseo de conocer su famoso tren te hace estar expectante ya que se utiliza mucho para bajar y subir al Puerto de Soller desde el pueblo de Soller. Hay un ambiente de descubrir y se llena de gentes viajeras de muchos lugares, la llegada al Puerto de Soller es muy bonita y es descubrir ese puerto y sus rincones, me ha encantado dicho lugar, es una experiencia hermosa y que volveré a repetir, verano 2015.

Un bello rincón de la costa de Mallorca en los que confluyen estupendos restaurantes para comer pescado fresco y marisco.

Un entorno cercano lleno de vegetación y plantaciones de naranjos que dan una fragancia especial y un paisaje con sus playas, miradores y puerto de pescadores que completan un rincón que se recordará con nostalgia.

Lugar para descansar y relajarte, pasear por el paseo marítimo viendo el anochecer, darte un baño en la playa, coger un barco y hacer turismo en Torrent de Pareis, ¡un sitio alucinante! Es obligatorio visitarlo, aguas cristalinas a las que accedes a través de un túnel hecho en la roca.

De sobras son conocidas las famosas gambas de Sóller. En los restaurantes del Puerto de Sóller las podréis encontrar en un sinfín de variedades culinarias. Baratas no son, ya os aviso, pero tienen un saber y una textura que ninguna otra gamba puede competir con ellas.

Conocí Soller porque es el final de una regata a vela que se hace desde Barcelona. La entrada desde el mar en esa preciosa bahía es espectacular. Un pueblo precioso, tranquilo y con una luz espectacular.

Desde el centro de Sóller, lugar muy acogedor y habitantes muy hospitalarios, tomamos el tranvía para recorrer los 5 km hasta el Puerto. Una vez allí paseamos por su paseo marítimo, comimos en un Wok asiático con empleados muy amables, pocos comensales y comida bien servida. Viajar con niños es lo que tiene: Muy recomendado.