Barrio de Marolles

Si quieres ver un Bruselas diferente tienes que dar un paseo por Les Marolles, el barrio bohemio de Bruselas.

Un paseo por sus calles te permitirá ver gran cantidad de anticuarios, galerías de arte de jóvenes artistas, y tiendas de segunda mano, además de algún mural de cómic pintado en alguna de las fachadas.

No te pierdas el mercado de pulgas de la Place du Jeu de Balle el domingo por la mañana, es digno de ver.

Al pasear por Les Marolles se aprecia la mezcla de culturas de los distintos grupos de inmigrantes de distintas nacionalidades que se instalaron en Bruselas en la década de 1960.

En este barrio se da un mercadillo de antiguedades / pulgas los domingos por la mañana. No se ve muy barato, pero es agradable pasear por entre los puestos tendidos de rojo y verde.
Yendo ya para el Palacio de Justicia, si se van para la derecha encontrarán un ascensor (gratis) para viajar a la parte baja del barrio. Desde antes de subirse a esta máquina pueden admirar el paisaje y los barrios bonitos y populares (y no tan turísticos como el centro) de Bruselas. La bajada es muy rápida, en un ascensor de vidrio que permite seguir admirando el panorama.
Abajo se llega a una plazuela llena de terrazas de bares y pequeños restaurantes variados frecuentados por los habitantes de la ciudad.

El barrio de les Marolles es conocido por ser el barrio de las antigüedades, a cada paso que deis os encontrareis una tienda o un rastrillo con objetos muy singulares a la venta.
En especial os recomiendo una tienda que está justo en frente de la Iglesia de la Chapelle.
Recomiendo no tener miedo a pasar dentro de ellas y echar un vistazo, hay cosas realmente originales y/o curiosas, como un cuadro con una radiografía, botellas antiguas, mobiliario vintage, etc...

Todo tipo de cacharros y trastos en este rastrillo situado en el barrio obrero de Marolles, al que nos lleva una calle repleta de tiendas de antigüedades. Iglesia católica en el centro de la plaza. Estupendos bocadillos en un lateral y taberna les marsellais en una esquina. Una, sorpresa para compaginar con las más turísticas del centro histórico de Bruselas.