El Islandés varado
A veces, cuando el viajero se deja llevar por un guía de confianza, no sólo podrá disfrutar de los monumentos arquitectónicos o los paisajes naturales de un país, sino que también deleitará su pupila con pequeñas sorpresas que le regalará su cicerone turístico.
Sobre todo si es gran amante de la fotografía y de los escenarios impactantes como el de éste rincón.
Después de pasear durante la mañana por la costa saharahui, llegamos a una de las playas de El Marsa. Como era domingo, el litoral estaba siendo tomado por familias que iban a pasar la tarde allí, montando improvisadas jaimas con telas y plásticos y dedicando un buen rato a preparar la comida familiar. Deambulamos entre ellos, saludando y permitiéndonos un vistazo rápido y disimulado a los interiores efímeros de las casetas hasta llegar a un punto en el que emergía un espejismo en forma de barco.