Fascinante palacio del siglo XVIII
La Residencia de Wurzburgo es uno de los palacios más increíbles que he visto en mi vida. Construido en el siglo XVIII de estilo barroco intrincadamente adornado, el palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad y es casi abrumador en su decoración.
Cuando entras, lo primero que haces es ascender una escalera colosal coronada por el fresco más grande del mundo, obra del italiano Giovanni Battista Tiepolo. Desde allí, recorres una interminable serie de habitaciones y salas, cada una más recargada que la anterior - decoraciones de estuco, interminables motivos florales en hoja de oro, candelabros brillantes, tapices, estatuas - la riqueza que se exhibe en la Residencia es simplemente impresionante.