Aventura en quad a los pies del Turbón
Nunca había tenido ninguna experiencia con quads, y la verdad es que los vehículos a motor en general no llaman demasiado mi atención, pero tengo que reconocer que he disfrutado como una cría y ¡volvería a montarme ya mismo!
Este pequeño vehículo que durante los primeros minutos parece tener autonomía propia e independiente del conductor se revela como el medio de transporte ideal para descubrir el maravilloso entorno del macizo del Turbón, esa mole volcánica dormida para siempre que tantas leyendas ha suscitado entre los supersticiosos habitantes de este rincón del Pirineo.
Tengo que reconocer que a pesar de las pacientes y precisas explicaciones de Ángel y Mari Carmen, me he salido de la pista en una ocasión, pero ha sido fácil retomar el camino siguiendo las pautas de mis dos guías (destacable sobre todo lo demás la profesionalidad de ambos, aunque el grupo sea mínimo siempre lo acompañan dos expertos uno abriendo el camino y otro cerrándolo).