Restaurante Al Son del Indiano

Me gustan mucho los restaurantes que buscan un encuentro entre lo antiguo y lo moderno, ya sea en la decoración, en la carta, o en una combinación de ambas.

El Son del Indiano cumple con creces los dos requisitos, ya que en una casa indiana, que así llaman en Asturias a las casas construidas por los que regresaron de las Indias (América) con dinero y construyeron espectaculares residencias para mostrar a sus vecinos lo bien que les había ido, han montado un precioso restaurante con dos plantas.

La inferior es tipo bar, y está llena de carteles antiguos de sidra el gaitero, relojes, alambiques de cobre, y en un salón anexo hay una preciosa chimenea. Fotos y documentos antiguos fechados en Cuba, sombreros de paja, periódicos y teléfonos de manivela completan la decoración.

El restaurante Al Son del Indiano se encuentra en una preciosa casa de indianos en la plaza mayor de la aldea de Malleza, a medio camino entre la carretera de Pravia - Salas (AS-225). Llegar hasta el restaurante puede ser un poco difícil, así que más vale repasar la ruta antes de ir hasta él. Eso sí, merece la pena recorrer la carretera para degustar sus platos.

En la carta encontraremos propuestas sorprendentes, como las "croquetas líquidas de ortigas y queso de cabra con reducción de remolacha", que son una explosión de sabor en nuestra boca. Otros platos que pude probar en mi visita fueron el "arroz meloso de mar con setas y cigalas" y "carrilleras de Ibérico con salsa de Oporto y puré de patata", ambos perfectamente preparados y con unas raciones generosas, que nos dejarán más que saciados.

Maravilloso restaurante en Malleza, Salas. En este hermoso pueblo se encuentra este restaurante ubicado en una casa de indianos que ofrce un trato excepcional y un espectáculo gastronómico para el paladar.
Nosotros degustamos las croquetas líquidas de queso de cabra y ortigas que hay q bañar en la salsa de remolacha, el cachopo de buey de agus con tartar de tomate y humus, las brochetas de chipirones con couscous y salsa curri ; y de postre, tarta de natas vaqueiras con helado de mora e infusión de frutos rojos, agua, una copa de vino, café y entrante gratuito de la casa por 61 euros.
Tras la comida es romendable visitar la tienda del restaurante y el pueblo de Malleda y antes tomar un vermout en el pequeño tienda/chigre que hay al lado.

Este restaurante es entrar en un pedazo de historia, un edificio que ya entra en su tercer siglo, vestigio de los llamados "indianos" que se fueron de Asturias a ganarse la vida a América. La cocina siguiendo en esta linea mezcla su historia y tradición con platos más modernos. No podéis dejar de probar las croquetas liquidas de ortigas y queso de cabra con reducción de remolacha, la especialidad de la casa.