Cuando salimos de Lucena ya íbamos ...
Cuando salimos de Lucena ya íbamos tarde para almorzar. Pasamos por un centro comercial pero estaba todo cerrado así que nos conjuramos a parar en el primer sitio que encontrásemos. Salíamos por la carretera de Puente Genil y, tras una suave curva, vimos a mano izquierda una venta de carretera. Sobre ella un letrero indicando que se trataba de un restaurante. Pensamos que teníamos suerte y paramos.
Aparcar fue fácil porque lo que allí sobraba era terreno libre. Nos bajamos y vimos que se trataba de un edificio de dos plantas, en cuyo porche se habían instalado unas mesas. Pasamos al interior y preguntamos por el comedor. Una señora, que luego se identificó como la propietaria, nos dijo que podíamos elegir entre comer fuera o en alguna mesa de la cafetería.