Eché en falta la kupela
Quise sorprender a unos amigos madrileños que me visitaron en Vitoria, y no se me ocurrió mejor idea que acabar el día cenando el típico menú de sidrería (paté, chorizo a la sidra, revuelto de bacalao y chuletón a la brasa).
Salvo que esperaba que la sidra estuviera en kupelas y tuvieras que levantarte a llenarte el vaso, el resto del menú estuvo delicioso. El precio, medio para este tipo de restaurantes, me sigue pareciendo caro.
![](https://images.mnstatic.com/9b/d7/9bd7d54f4b4f1e7056e051378c84157c.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/8f/e9/8fe9fef8548e6b7ff90edff858db8eee.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/43/31/43317814891377b7917bdc147c8d435b.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)