Maravilloso restaurante
Caí en este restaurante por recomendación de unos conocidos, fue una sorpresa situado en un lugar paradisíaco para estar en el norte. Rodeado de agua y unos maravillosos montes. El restaurante es un saseron muy antigua cuyo comedor tiene una gran cristalera. Tiene una maravillosa barra con pintxos muchos de ellos galardonados con distintos premios. La carta apta para celiacos y señalizada con todos los alergenos que tiene. La carta es muy amplia y variada donde predominan los pescados y carnes a la brasa. Fuera de carta bastantes platos de temporada. las raciones son grandes y bien recomendadas y explicadas por el equipo de sala.