Este restaurante se encuentra a unos 15...
Este restaurante se encuentra a unos 15 Km de la capital, pero merece la pena acercarse porque, aparte de que se come muy bien, el sitio es digno de ver. Es una antigua bodega donde se elaboraba vino, y está excavada totalmente en la roca, a mano. Parece ser que tiene una antigüedad desde el siglo XVII, aunque como restaurante fue acondicionada hará unos 10 años. En la provincia leonesa hay más bodegas-restaurante de este tipo, especialmente en la zona de Valdevimbre, pero ésta se autodenomina "la catedral de las bodegas", pues presume de ser la más grande de todas.
Para llegar, hay que salir de León en dirección al aeropuerto y nada más pasar la localidad de La Virgen del Camino, tomar el desvío a mano derecha que pasa por debajo de la ctra general hacia Quintana de Raneros. A partir de aquí ya está perfectamente señalizado el acceso a la bodega.
En el exterior hay un enorme aparcamiento y unos cuidados jardines. También tienen una pequeña tienda de venta de productos leoneses. Se entra a través de una monumental escalinata, junto a la que hay un porche y una terraza de verano. El interior es un auténtico laberinto, y tiene múltiples comedores, que antiguamente eran las diferentes zonas necesarias para el proceso de la elaboración del vino. Es impresionante ver las paredes originales de barro y la altísima altura que tienen las chimeneas de ventilación desde el interior. Está decorado en plan rústico, con poca iluminación y en un ambiente muy acogedor.
La carta es amplia, con variedad de raciones o entrantes para compartir, carnes e incluso pescados, pero lo típico aquí son los productos de la gastronomía leonesa (morcilla, mollejas, embutidos, picadillo de chorizo...) así como carnes rojas a la parrilla (como un buen chuletón de buey) o lechazo asado.
