juan luis garitaonandía adán
Va siendo una manía.
En cuanto vemos un restaurante, con balcón y cuanto más alto mejor, de cabeza, oye. De los años que hacíamos escalada, supongo.
El restaurante, con una imagen impecable. La comida, a base de pescados y las interminables raciones de patatas, extraordinaria.
El tamaño del "comedor" no daba para florituras, pero la chica que nos atendió, aunque hubiera que apartar a cada momento la mochila, en ningún momento dejó de sonreir.
Y no llovía.
![](https://images.mnstatic.com/d9/c1/d9c1bc9afe25db02bc0e05a1747f9b12.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/d4/d5/d4d5039f8b7be8788d60b7bfdf2b4b86.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/70/f1/70f18eaa14da8b2d6e9ca94393a18988.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
+4