¡Increíble!
Pasamos por Luarca y buscando al final del puerto se veía un letrero, busqué en minube y ahí estaba, de los primeros, destacaba sus vistas desde la terraza y la comida, así que ahí fuimos.
Destaca la entrada, un ascensor o escalera para subir a una super terraza donde hay una gran cafetería donde tomar algo con unas vistas increíbles y al fondo el restaurante, donde nos recibió el camarero muy atento, el cual ya había leído que era de León (nosotros también). Así que me faltó tiempo para insinuarle que no era plan pedir cecina porque éramos de León, así que ya entablamos una conversación muy amigable y nos contó que se llevaba la cecina de su pueblo, junto a los orujos que pone con el café, muy simpático y cercano!!
Hay menús muy interesantes entre 20 y 25€ que incluyen un arroz con algún pescado o marisco y dos entrantes, que están muy bien. Así que nos decidimos por el arroz con bogavante, que lo teníamos pendiente y leímos que era de buena calidad (adjunto foto de una ración) lo sirven con mucho esmero, se nota que sabe lo que hace y en todo momento nos atendió con mucha atención, preguntando qué tal todo cada momento. Los entrantes exquisitos, el pastel de cabracho, de cabracho auténtico, me lo confirmó él y los postres caseros, buena presentación y deliciosos.