Excelente Servicio y Cocina imaginativa
Entrar en Casa Toni es como la noche y el día, es un rincón moderno dentro de un pueblo de aspecto que conserva todo su encanto rústico.
Pones un pie dentro y lo primero que tienen es una enorme variedad de vinos encerrados para conservar la temperatura a la que deben estar. Tras varios metros de hileras de botellas encuentras la barra, donde puedes tomar algo mientras esperas tu mesa.
No fue nuestro caso. Por suerte, pudimos pasar directamente a sentarnos. Si te paras a mirar, verás la curiosa decoración compuesta de cuadros, pinturas en la pared, y algunas piezas formadas por cubiertos colgadas en las paredes.
La comida, por supuesto, es el plato fuerte de éste restaurante. Desde las más clásicas patatas a la riojana, hasta atún con wasabi, incluyendo algunas revisiones de platos típicos de la zona. Todo variedad.
Los postres tampoco se quedan atrás. Sinceramente, escogí un poco al azar porque todo lo que leía hacía que se me cayera la baba: Torrija con helado de leche merengada, delicia de leche condensada, cada cual más interesante que el anterior. Si eres amante del dulce, reserva el doble de espacio en tu estómago para pedir dos postres.
Una entrada con tanto vino no puede quedar para la exposición, y para cada plato tenemos una inmensa variedad de vinos que pueden encajar con nuestro menú. En nuestro caso, un tinto de autor de bodegas Viña Ane, las cuales visitaríamos más tarde aquel día.
En resumen: Uno de esos restaurantes a los que te aseguras volver a la más mínima oportunidad.
Precio aproximado por comensal: Alrededor de los 45€.
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