Rancio Abolengo
Anunciado como la pura Castilla con sus carnes rojas y judiones se transforma en un viaje el tiempo con la sequedad y rudeza de sus moradores. Sí, es Castilla, la comida correcta, pero es como si los Tercios de Flandes te estuvieran sirviendo el rancho de batalla mientras te escupen improperios anacrónicos en tu cara desinflando el encanto de un bello pueblo castellano de montaña.Nada recomendable.