Decir pésimo es poco
Ni se te ocurra pretender que este restaurante, pueda ser un lugar informal donde pueden venir desde grupos de amigos, familias y cualquier persona a deleitar de una gastronomía (pésima).
Jamás he pasado tanta vergüenza, paellas, si en carta un montón, cuando pides solo te pueden hacer 1.
Bacalao horrible en una cazuela de barro con tomate de bote, mal cocido y nada fresco, unas berenjenas quemadas con un chorreón de miel.
Las dos chicas ni fu ni fa, pasan de todo. Los dos cocineros con desganas abriendo y cerrando tuppers, la cocina encima está a la vista.
Después la espera, con solo dos mesas, estaban muy ocupados para atender. No lo recomiendo para nada, es espantoso, y las buenas opiniones, las tienen que hacer conocidos.