Restaurante situado en la sierra norte de Madrid en el valle de lozoya. El restaurante se encuentra junto al río en un marco precioso para compartir un día en familia gracias a la zona infantil que tiene. Y lógicamente degustar su exquisito asado al horno de leña y sus carnes a la parrilla.
Fuimos este sábado pasado a comer 6 amigas, y a parte deque nos hizo un tiempo buenísimo, el emplazamiento es genial. Comida casera. Recomendación especial todas las carnes a la parrilla están deliciosas. Pedimos varios entrantes a destacar las croquetas de cabrales y los pimientos rellenos. Como colofón final postres caseros, mis amigas destacaron el arroz con leche. La verdad es que el servicio estuvo genial. Un día redondo de comida, desde luego. Le damos un 9.5.
Lo vi desde la carretera y me llamo la atención por lo que decidí entrar con mi mujer y mis niños. Desde el principio me molesto la insistencia con que la dueña me preguntaba su iba a comer o no, pero decidir darle una oportunidad. Me equivoque porque la señora estaba empeñada en que no comiese allí, y lo consiguió. Se encabezono en darme una mesa para dos (y éramos 4) total que aunque intente por todos lo medios hacerla entrar en razón, fue imposible. Evitar a la susodicha y al local.
Hemos comido 4 amigos. Ha sido totalmente decepcionante, las raciones son pequeñas, los pimientos rellenos son recalentados, las croquetas de boletus para llorar, estaban congeladas por dentro, eran pequeñas y asquerosas, por lo que nos han cobrado 2 €.por cada una. Las sopas sosas y sin sustancia, el arroz con leche sabía a leche cruda. El crepe de chocolate y nata era una tortita fina venida a menos. Jamás se lo recomendaría a nadie. No he comido peor nunca. Ésto no lo levanta ni Chicote!
Nos decidimos a parar ahí, recomendados por las opiniones, pedimos 2 tintos de verano y una ración de 6 croquetas pequeñas de boletus, y fueron 18 euros, y las croquetas no eran gran cosa precisamente.
Íbamos a comer, pero decidimos cambiar de sitio, y me alegro, quizás comiendo sea mejor, pero desde luego, las raciones a mi me parecieron un robo. y por cierto, cobraron el pan, un detalle que no me gusta.