IDÍLICO
De día tienes el sol y la playa al lado, a unos pasos. Para resguardarte del sofocante calor hay aire acondicionado en su interior, pero normalmente se agradece mucho más la propia brisa marina. Si llevas niños pueden jugar en la playa después de comer o darte un baño, pasear, echar la siesta...
De noche, es el restaurante más romántico y de mejor categoría de cuantos existen en sus alrededores. El único que con su privilegiada situación no es un chiringuito, un mesón o una cervecería.
Excelente servicio, presentación de comidas y calidad de sus carnes, pescados y mariscos (comprados en la mañana del día en que se comen y si son especiales, previo encargo, como el arroz con bogavante...). Los postres, a pesar de su cuidada elaboración son caseros. Suelen ser deliciosos.