Este lugar lo tuve que descubrir cuando...
Este lugar lo tuve que descubrir cuando ya no vivía en Cádiz, en unas vacaciones. Me suele pasar.
Todos los platos marroquís, dulces y salados, son recomendables. El lugar es una maravilla de frescor y bienestar. Todo ayuda a pasar un rato agradable. Además es parte de un hotel laberíntico, repartido entre varios edificios contiguos. Lo ideal sería quedarse a dormir allí también y no salir del pueblo para nada en unos cuantos días :)