Restaurante El Mirador

Impresionado! Así se queda uno cuando al subir por la carretera de Lastres que conduce al restaurante contempla las vistas que le esperan. Una vez que entras al restaurante y miras a través de sus cristales, quedas totalmente enamorado del sitio. Nada que envidiar a todos esos sitios de Ibiza que tanto triunfan, de verdad, esto es un auténtico lujo.

Y es que estamos hablando, para mi gusto, de uno de los pueblos más bonitos de España. Me duele no verlo en algunas de las listas que se realizan al respecto... Y..., ¿qué le puedes pedir a un restaurante que tiene una vistas tan impresionantes como las que estás a punto de ver? Pues que se coma bien. Pues bien, yo comí bien, no, de auténtico lujo. Eso sí, eché en falta que el camarero se marcara un clásico: "creo que habéis pedido demasiado".

El restaurante El Mirador se encuentra ubicado en la parte más alta de la villa marinera de Lastres, para ser más exacto recibe el nombre precisamente de El Mirador por estar junto al Mirador de San Roque, y a la Capilla del mismo nombre.

Este restaurante se encuentra especializado en mariscos y pescados, con una amplia variedad de ellos, aunque, cómo no, se puede pedir cualquier plato típico asturiano como: fabada, pote, arroz caldoso con marisco, cachopos, escalopines al queso de cabrales, frisuelos, etc…

Debido a la fama que ha obtenido el pueblo de Lastres por la serie del Doctor Mateo, la mayoría de los restaurantes se encuentran siempre llenos así que una recomendación personal es que se debe reservar siempre restaurante sino te llevarás la sorpresa de que están completos todos.

Fuimos allí puesto que las opiniones eran muy buenas, incluso tenemos varios amigos asturianos que nos habían hablado del restaurante en cuestión. Las vistas son impresionantes, pero solo eso. Nada más entrar preguntamos si tenían un menú del día y nos dijeron que sí con cara un poco rara. Nos "invitaron" a pasar a la terraza. Una vez allí comienzan los problemas.

El primer plato bien y de segundo y único plato nos presentan un salmón que se conocía a todos los cocineros del tiempo que llevaba hecho. Por lo menos era del día anterior. Las patatas fritas, algo sin misterio para el resto de los mortales, llevaban más o menos el mismo tiempo. Le dijimos al camarero que nos lo retirase y sin decir ni media se lo llevó, trayéndonos unos chipirones en sustitución. Allí NO se acercó nadie para pedirnos disculpas ni para preguntar qué había sucedido.

Hoy fui a Lastres a comer al Mirador. Si bien al Mirador en sí ya había ido infinidad de veces (Dos razones: una, porque tengo el pueblo a 20 minutos de casa; y dos porque me encanta Lastres), era la primera vez que paraba a comer aquí.

Comí unas almejas a la marinera cocidas con agua de mar. No todo el mundo te las pone así eh? Cuidadín.
Y de segundo un cogote de merluza con ajo que estaba buenísimo. Y yo dudando de entre a la plancha y al ajo arriero! jeje. Sabio fui.
Y heladín de turrón para rematar.
Bueno, tuvimos la suerte de comer junto a la ventana, y las vistas son.... Las debéis ver con vuestros ojos.