The Godfather.
El restaurante El Padrino tiene dos salas decoradas con esculturas romanas, paredes con enlucido rústico en color naranja, iluminación tenue, mesas de madera con manteles de color azul marino y flores blancas, una gran barra de madera y pizarra con muchas botellas de vino Chianti envueltas en paja. Las paredes de uno de los comedores están decoradas con cuadros típicos del Renacimiento ialiano y las del otro, con cuadros con fotogramas de la película que da nombre al restaurante. Desde esos fotogramas nos observan Marlon Brando, Robert de Niro y Andy García. En el comedor "dedicado a la Mafia", también encontraremos en las paredes la colección de armas del dueño, todas ellas auténticas
El restaurante también dispone de una terraza exterior cubierta con un toldo, donde se puede desayunar, comer, cenar o tomar un café.
EL SERVICIO.
Los dueños son un matrimonio italiano, Agazio y Caterina Vitale. Él, sirve las mesas y ejerce de relaciones públicas. Caterina es la encargada de elaborar las tartas y postres caseros. La gastronomía italiana es tradición familiar de Agazio con experiencia en varias heladerías italianas en Alemania.
Los camareros son muy simpáticos y hablan varios idiomas. Son discretos, pero atentos y están muy pendientes de si falta algo en la mesa o de si el cliente necesita algo.
LA CARTA.
La especialidad del restaurante es la pasta casera, que se elabora diariamente con el molino de pasta y que se prepara de diferentes maneras: Al pesto, bolognese, alla arrabbiata, etc y al horno, como la lasagna de carne casera.
Pero la carta es muy amplia e incluye veinte variedades de pizza, distintos tipos de carne, como el típico escalope milanesa o el pollo a la plancha, y varios tipos de ensaladas
Los precios son bastante asequibles: Las ensaladas cuestan unos cinco euros, los plastos de pasta, en torno a los seis euros y lo mejor de todo, las pizzas, todas a cinco euros.
Il Padrino ofrece un menú del día (válido de lunes a viernes), que va cambiando diariamente y que cuesta 10.50 euros, incluyendo bebida y postre. También se ofrece un menú especial de la casa a 14.50 euros, que incluye una ensalada, un entrecot con patatas fritas y postre o café, más una bebida. Este menú está vigente todos los días.
Las pizzas son estupendas, de masa blandita y gordita, tipo italiano y con muchos ingredientes y unos nombres tan sugerentes como: Corleone, Santino Corleone, Don Vito, Lucy Manzini, etc y todas las raciones, incluidas las de de pasta, son muy generosas. Increíble el plato de tortilla de bonito con patatas fritas y ensalada, por un precio de 4.50 euros.
Como bebidas, se ofrece el tinto chianti así como numerosos vinos españoles e italianos, o las cervezas con o sin alcohol (a 1.50 euros).
De postre, magnífico el Tiramisú y los helados italianos, además del café Santa Croix de Calabria y la copa del típico grapa.
Todas estas delicias pueden encargarse para llevar.
Personalmente, encuentro la pasta de este restaurante exquisita (especialmente, la lasagna bolognese, la mejor que he comido en mi vida) y las pizzas son buenísimas. Los precios son moderados y el servicio, muy amable.
Todo el restaurante está muy cuidado en cuanto a decoración y limpieza, y los baños, aunque pequeños, estaban impolutos. Curioso el detalle del lavabo exterior, para aquél que sólo quiera lavarse las manos y no hacer uso del resto del baño.
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