ANADEL
El recibimiento fue muy afable, y los platos servidos con gusto y buena presentación
Está bien valorado este restaurante al que hay que subir por un largo tramo de escaleras, está en plena montaña y con el río más abajo.
La gestión del establecimiento es nueva, ahora lo lleva una familia con ganas de trabajar y hacer bien las cosas.
Muy rico el vermut del aperitivo, las berenjenas con queso de cabra, y el sofrito de los calamares, estos estaban duros.
Rica la pizza, y el postre mejorable, en general hay que valorar la innovación y presentación, y es un establecimiento a recomendar.
+4