Pésimo. Sin palabras. La comida es ...
Pésimo. Sin palabras. La comida es aceptable, la carta de vinos muy buena pero el trato es deplorable.
No hay ningún tipo de flexibilidad a la hora de elegir, porque las normas las dicta Antonio que debe pensar que es el Ferran Adria de Zamora. La camarera paga con los clientes toda su distracción, que no me extraña porque tener que transmitir esas normas escupidas debe desquiciar a cualquiera.
No volveremos jamás a este sitio y si podéis no vayáis. Una vergüenza