Totalmente desagradable.
Por segunda vez, una experiencia totalmente desagradable.
La primera vez, un señor de pelo largo nos atendió con desprecio, decidimos pasarlo por alto e ir una segunda vez, siendo un grupo de 7 personas. Llegamos al lugar y el señor este nos preguntó que cuantos eramos, le dijimos y al segundo una mesa estaba vacía, en ese momento llegaron 3 chicos detrás de nosotros y se sentaron en la mesa, según las indicaciones de este señor.
Yo le dije: nos tocaba a nosotros, a lo que su respuesta fue exactamente esta: (me hizo un gesto como para que me callara) en mi barco mando yo y aquí se hace lo que yo digo, yo lo tengo todo controlado.