Restaurante El Torreón del Pardo

Con una situación privilegiada en una de las más altas colinas de El Pardo encontramos el restaurante El Torreón. Un lugar emblemático con más de 50 años de historia que guarda sus secretos gastronómicos como el mayor de sus tesoros. Una cocina tradicional y de calidad con especialidades como el lomo de buey gallego, croquetas de boletus y castañas, cordero lechal en horno de leña y pulpo gallego, entre otros.
Los espacios ajardinados, el parque infantil y la mini granja hacen de El Torreón el lugar ideal para pasar un día inolvidable en familia.
El Torreón cuenta con impresionantes salones y jardines en los que celebrar tu evento. La experiencia y hospitalidad de su personal harán que vuestro día grande sea inolvidable.

Vengo mucho a este restaurante con mi familia. Se come fenomenal y el trato es mejor aún.
El restaurante es bastante grande, tiene varios salones para comer y una barra enorme por si lo que quieres es tomarte una cerveza.También tiene una terraza, que en verano se agradece, aun que en invierno también esta abierta.
Recomiendo este sitio a todo el mundo, pero sobre todo a quien tenga niños, esta en mitad del campo, donde podrán correr y jugar sin peligro. Recuerdo que cuando iba de pequeña, tenían una pequeña zona con animales, ayer no puede verla porque era de noche. Y si tienes suerte,

El servicio siempre ha sido inmejorable y la comida buenísima. Celebramos allí nuestra boda y también lo recomiendo para ese tipo de eventos. Se adaptaron perfectamente a todos nuestros deseos. Para mí lo mejor, además del gamo, las croquetas de boletus y las anchoas a la bilbaína.

Tiene una zona exterior con columpios para los peques y como regalo, en frente de el restaurante está el monte de El Pardo en su máximo esplendor y casi siempre hay gamos y jabalíes.

Celebramos el bautizo de mi hijo y una decepción tras otra. No había ningún responsable que se hiciera cargo en el momento de lo sucedido. Éramos mesas de 6 y solo pusieron entrantes para 4. 50 minutos de pie porque no tenían la mesa preparada. Contratamos la barra libre y nos cobraron la primera ronda porque dicen que hasta que no sirven el primer plato que no se incluye la bebida, aunque estuviéramos sentados ... A los niños les pusieron la comida los últimos y como tenían hambre les pusieron un plato con patatas de bolsa... El trozo de tarta muy pequeño, la organización y el servicio muy lento, no sabían darnos respuesta a nada.

No recomendamos este espacio, en primer lugar la atención es muy mala , camareros descoordinados, gerente que no actúa como tal , manteles y fundas de las sillas sucias.

Espacio que hace 30 años era un paraíso pero hoy en día en 2019 por favor no dejen un día importante en manos de semejante empresa, servicios sucios y descuidados.

Y lo peor la comida en época de comuniones un Auténtico chasco.