Un lujo a su alcance y nueva visión culinaria
En los últimos años son muchos los restaurantes que han recalado en Zahara de los Atunes en busca de negocio en un lugar de moda en toda Europa. Algunos más de lo mismo, fritos y productos del mar, pero otros quieren ir más allá. Y en este segundo grupo el pionero y visionario principal fue Gaspar Castro que entre otras cosas quiso y según mi parecer lo consiguió, dar un estilo culinario diferente a la cocina local con una calidad increíble.
He tenido el gusto y placer de ver a este restaurante evolucionar siendo mi última visita hace unos días y como el buen vino va de mejor en mejor. Para dar un ejemplo, Gaspar incluyó incluso un chef irlandés que trabajaba en perfecta combinación y armonía con chefs locales. ¿Problemas? si hubiese alguno la falta de cultura gastronómica que en algún caso - pocos - pudiese producir falta de entendimiento de este enfoque culinario, lo cual es un fallo por parte del comensal, puesto que no sabe lo que se pierde.
Antes de adentrarme en la comida, no quisiera dejar atrás detalles tales como presentación (cuidada al detalle), carta de vinos (tan amplia como diversa en calidad) y por supuesto una atención al cliente que sobrepasará, sin dudas, nuestras expectativas.
Comento a continuación los platos más representativos, como son por parte del atún: Tartar, tataki, morrillo, contramormo y solomillo. Y aquí entra mi cata ya que tuve el placer de empezar con el tartar de atún (en imágenes) en donde la carne fresca del atún en combinación con alcaparras y otros añadidos nos harán cerrar los ojos y pensar solo en repetir. Impresionante presentación y un deleite para nuestros sentidos. El morrillo con pisto y patatas, se deshace en nuestra boca, cocinado en su perfecto punto y sazonado a la perfección este plato es un ejemplo de cocina tradicional pero con un nuevo estilo. Sin palabras me quedé y es de los pocos casos en los que recomiendo probar, degustar y ver las imágenes ya que toda palabra se queda corta.
Pero hay más, ya que hay que tener presente la carne de retinto como el tataki, solomillo y atención a la presa ibérica macerada en vino japonés ... me da que el nombre lo dice todo. Y es cuando otro comensal de mi mesa entra en acción con el magret de pato. Corte perfecto, carne rosada pero cocinada en su perfecto punto y dando la impresión de estar entre carne y paté.
Los postres no van atrás, tartas de queso, brownies, panacotta y otro sin fin de variedades que insisto mejor probarla.
Allí es fácil, en caso de duda, lo mejor dejar a Gaspar aconsejarnos ya que experimentado en su campo en los mejores restaurantes nacionales e internacionales, por seguro que no nos defraudará.
En nuestro caso, la visita a Zahara no estará completa si no vamos al restaurante Gaspar. Sin duda alguna uno de los mejores restaurantes de Zahara de los Atunes que afortunadamente, antes de volver al norte de Europa, hemos tenido la suerte de poder ir. Mucho más que una mera recomendación.
