Buscábamos un restaurante céntrico en el que comer algo bueno y a buen precio y acertamos. Menú con varios platos a elegir a unos 10€ por persona. Al mediodía había gente esperando en la puerta pero se despeja pronto.
Buenas cantidades, servicio y decoración, recomendable
Esta noche hemos ido a cenar a este sitio tan acogedor,pero solo eso.
Hemos pedido unas ensalada para empezar de quesode cabra,y bueno mas o menos bien,aunque las nueces estaban rancias y eso no se puede tolerar en un restaurante.
Luego hemos sguido con unas patatas bravas,pero ha sido asqueroso,las patatassabian a chipirones caducados y encima las patatas estaban crudas por el centro.
Hemos sguido con unas patatas co huevos y jamón,y os podeis imaginar el fallo las patatas sabian a chipirones
Por ultimo ya que no hemos querido seguir hemos probado jno
He ido un par de veces a comer entre semana, hay que ir antes de las 14.00 porque sino se forma una gran cola de la gente que hay esperando para comer el menú.
La comida normal, nada del otro mundo, no tardan mucho en servir y el precio no llega a 10 euros.
La ubicación excelente, uno en el pleno centro de la ciudad y otro en las sietes calles y la decoración muy bonita.
Local perfecto, ubicación justo al lado de un edificio emblemático como es la ahlondiga y justo al lado de una zona de fiesta.
Pero para mí la atención es algo deficiente, camareros sin experiencia o no sé, la comida, lo que yo probé bueno, normal. Precio algo caro, eso sí a la carta. Por lo demás, bien, volveré seguro y espero mejorar la experiencia en el lugar.
Por favor señores, si no está en condiciones de sacarlo a la mesa, tírenlo a la basura.
Pedimos paletilla ibérica sobre pan de coca con aceitunas. Las aceitunas eran malas, pero el pan estaba como una piedra. La merluza con risotto; el arroz no estaba mal, pero el pescado, que ya imaginamos que por ese precio es congelado, estaba bastante malo.
Como positivo dos cosas; el bacalao gratinado y la amabilidad del camarero.
He ido dos veces y la experiencia ha sido terrible! Con la fama que tiene Bilbao de su gastronomía y la cantidad de buenos sitios para comer, este restaurante es una mala elección. Servicio pésimo con camareros sin experiencia o profesionalidad, y un menú muy barato a base de comida calentada en microondas y de bajá calidad. El sitio es muy bonito, pero es lo único positivo.
Los camareros no dan a basto los días que tienen muchas reservas y ahí pierden la profesionalidad con el cliente, discuten entre ellos y se les ve agobiados.
Culpa de regente que debería poner más empleados. la comida nada que destacar, el local chulo.
Teniendo reserva a las 15:30 hemos empezado a comer a las 16:20 y claro sin platos de la carta las ensaladas y el mcuit bien pero croquetas como canicas y sabor similar muchísimo ruido.
La ubicación excelente en pleno centro, pero la calidad del servicio y de la comida pésima
