Una cena imborrable en mi vida.
Una de las mejores razones para ir a Estepona, un trato fantástico especialmente del dueño.Un gusto para el paladar con cocina novedosa usando ya lo tradicional fusionándolo. Nos dejamos guiar por las sugerencias del dueño, lo mejor que podeis hacer cuando lo visiteis.Y naturalmente no te vas a ir sin probar su dorada a la sal, exquisita!! nada más llegar nos recibio el dueño nos hablo muy educadamente y de forma cercana, hasta el mismo nos preparado el mejor aceite con pan que he probado. Tomo un plato le puso aceite virgen extra, vinagre de vino extra, sal y pimienta(todos los ingredientes estaban sobre nuestra mesa) y con pan artesano(hecho en horno de leña) a mojar pan...buenisímo!!. De echo más tarde le pedimos a un camarero que nos lo hiciese(y nada que ver con el sabor y el toque del dueño.)Me sorprendio gratamente el dueño del local, una persona tan humana, tan buen profesional y tan buen trato a sus clientes.