Restaurante Valenzuela

Estamos encantados con este gran descubrimiento, por motivos laborales nos encontramos cerca de la zona del palacio de exposiciones y congresos de Granada, y vimos este restaurante tan coqueto y bien situado así que nos acercamos a preguntar si podíamos reservar mesa para bastantes comensales.

Muy amablemente nos atendió un hombre con bigote que no dudó en acompañarnos a nuestras mesas y ubicarlas de la mejor manera para que todos estuvieran a gusto. Lo mejor fue la cocina ya que todos los platos y tapas estaban en su punto, comida casera y las bebidas también muy frías.

No tardaron nada en servirnos (ya que teníamos algo de prisa) y fueron muy amables todos con nosotros, por que nos indicaron las ubicaciones de sitios que no conocíamos e incluso nos regalaron un mapa por si acaso.

Que decir de uno de los míticos en Granada, ahora como Valenzuela Coffee & Beer es conocido por sus desayunos y su ubicación (en la rotonda del palacio de exposiciones y congresos donde está la parada de autobuses) pero lo que me sorprendió después de un tiempo sin pasar por allí fue que han cambiado a mejor la decoración, es más juvenil y se ambienta mucho por la noche de gente tomando unas tapas.

Me paré con mi pareja en la terraza para comprobar por que estaba así y nos atendieron inmediatamente, nos sirvieron unas tapas de cocina casera (muy de agradecer) y nos comentaron que tenían wifi gratuito por si acaso., por lo que decidí pedir de cenar unas raciones (bastante generosas) y los platos de la casa .

Hay bastante que reseñar, en la festividad de Halloween pasamos por delante de este local llamado Valenzuela Coffee&Beer y nos agradó bastante ver a los camareros pasándoselo de maravilla con los clientes que allí estaban en ese momento así que entramos a tomar unas cervezas. Que gran acierto, ya que que lo pasamos genial gracias al buen hacer de los mismos, muy atentos y cordiales a la par que simpáticos.

Las tapas una maravilla y las cervezas muy bien tiradas y fresquitas a más no poder. A parte el local esta muy bien ubicado con todo y tiene un diseño que nos gusto mucho. Hicimos buenas migas con los camareros que muy amablemente accedieron a echarse unas fotos con nosotros.

La experiencia que tuvimos un grupo de amigos fue nefasta. En primer lugar por el maltrato recibido por parte de la encargada o dueña. Sin embargo la chica que nos servía la cena nos trató fenomenal. Fuimos 5 parejas con niños, y claro, al principio muy bien pero cuando ya estábamos cenando y los niños también en mesas separadas, la susodicha señora (lo de señora sobra , pero bueno...) nos dice que si podemos dejar la mesa de los niños libre para que entren otros comensales, y digo yo ¿Dónde colocamos a los niños entonces?. La excusa de la encargada no fue otra que si estábamos formando mucho ruido. Y yo me pregunto. ¿Que estoy en un bar con amigos o en misa?. ¿Los niños no hablan entonces y nos los metemos en los bolsillos?. La comida es casera y no está mal pero nos puso unos variados de pescado (calamares, boquerones, pescada y cazón) en la que el cazón estaba literalmente PRODRIDO, osea, que apestaba y olia a amoniaco que echaba "pa trás". Lo comentamos y nos lo cambió por más calamares. Nosotros que somos mucho más educados que la dueña del negocio (con poca o ninguna vista de cara a los clientes) nos abstuvimos de pedir hoja de reclamaciones, que es lo que teníamos que haber hecho, pero insisto, cuando vas de bien con amigos no quieres perjudicar a nadie pero está claro que era lo que se merecía. No le recomiendo a nadie este lugar porque la actitud y el trato de esta "señora" fue denigrante y te puede chafar el fin de semana. Sin embargo se apresuró bien a pasarnos la cuenta, que por cierto, ninguno de los presentes revisamos porque lo que a nosotros nos sobra es categoría y clase, vamos lo que les falta a otras.