Para ser un restaurante alejado del núcleo urbano en zona industrial el local está muy bien.
Ideal para desayunar con una carta local, también los menús a precios de escándalo y de buena calidad.
Los fines de semana se pone a tope de ciclistas, moteros y grupos de amigos que pasan por esta transitada carretera de interior.
Atención rápida y amable. Los bocadillos, para morirse.
Doy una estrella porque no me deja poner ninguna pero la experiencia ha sido desastrosa no, lo siguiente. Habiamos estado un dia desayunando y muy bien, por eso decidimos ir hoy a comer e invitar unos familiares. Pues no hemos podido quedar peor. La comida mala, ensalada de bolsa con trozos oxidados y negros, caldereta de cordero que solo es hueso con grasa y las patatas de acompañamiento duras y a medio hacer y el resto de platos por el estilo. Lo he hecho saber a la camarera que nos atendía y nos hemos ido esperando alguna contestación por su parte. Totalmente decepcionados.
