Logan’s Roadhouse es una cadena a...
Logan’s Roadhouse es una cadena americana de restaurantes de implantación relativamente reciente y que no tuve la oportunidad de conocer hasta mi pasado viaje en Agosto el 2009. Sus señas de identidad son una ambientación de época centrada en la estética de las típicas roadhouses de la Ruta 66 y unos cubos de cacahuetes con cáscara que te depositan en la mesa. Los cacahuetes los pelas, los comes y, lo que es menos habitual, tiras la cáscara al suelo, como si tal cosa. Mi hijo no podía dar crédito a lo que veía, ya que el suelo estaba literalmente cubierto de cáscaras de maní. De vez en cuando, pasa un señor con una mopa y despeja el terreno…
Puede parecer una guarrada, pero no lo es. Es más bien algo anecdótico. En realidad, es el clásico restaurante de comida americana con ambientación temática y lo de los cacahuetes es más una gracia que otra cosa. Eso sí, llama bastante la atención…
La oferta culinaria es la habitual: Hamburguesas, ensaladas y carne a la barbacoa. En España existe la creencia, infundada, de que en los Estados Unidos se come mal. Desde luego, no siguen nuestra típica dieta mediterránea (pero eso ocurre en casi todo el mundo) ni tampoco cocina platos demasiado elaborados, pero cualquiera que haya estado allí sabe que se puede comer bien y barato en muchos sitios. Los McDonald’s y los Pizza Hut son como los de aquí, pero nadie te obliga a visitarlos,,,
Centrándonos en Logan’s, esa noche pedí un plato de carne. No puedo recordar qué era, pero estaba buenísimo. La pieza de carne era grande, asada al punto que había pedido e iba acompaña de mashed potatoes (una especie de puré de patatas con carne) y verduras al vapor. Desde luego, no es una comida ni sibarítica ni dietética, pero si lo que uno quiere es darle gusto al paladar sin grandes pretensiones, llenarse bien la panza y no tener que aflojar más dinero de la cuenta, tengo que decir que es una opción perfecta. Los platos de los demás comensales tenían también una pinta inmejorable, por lo que no tuvimos queja alguna.
Los precios, por supuesto, un punto por encima de un fast-food, pero en lo que respecta a la calidad de la comida, no hay punto de comparación. El servicio, como es habitual, expeditivo pero correcto. De la situación, decir que en Lexington hay tres locales de la cadena, y el que nosotros visitamos se encuentra en la típica zona de servicios de las afueras. Sin ningún encanto, pero sin el menor problema para aparcar. La ambientación es graciosa, con juke-box y parafernalia típica de la década de los 40. En suma, una buena opción para comer comida sencilla pero gustosa en un marco simpático. Repetiré.


