Lola Restaurante

Una casa de los años 70 que conserva vestigios de su estructura original. A simple vista parece una oficina. Un culto a la arquitectura moderna. Pero su fachada esconde un lugar cautivador, un restaurante casual con ambiente íntimo. Cada espacio está diseñado para que disfrute un momento agradable y se sienta como en casa. Los vidrios son un recurso arquitectónico para integrar sus áreas y hacerlas íntimas, muy acogedoras.
La cocina en este restaurante es internacional con acentos locales: carnes y pescados, verduras y vegetales hidropónicos u orgánicos. De su propio huerto toman condimentos como la albahaca, romero, tomillo y orégano, o los tomaticos cherry para darle frescura a cada plato. Como entrada son recomendables las “mini-arepitas” asadas, cortesía de la casa, con las que se inicia cada degustación. Además del picante hecho en LOLA y la mantequilla de romero.

Es increíble cómo he visto cerrar uno de los mejores restaurantes del mundo en mi cara, cada día que paso al lado, solo veo el lugar descuidado y lleno de plantas, y el recuerdo llega a mi mente de lo hermoso que fue. Espero que algún día puedan renovar este restaurante porque como estos hay pocos, hermosísimo, rico y alegre.