Restaurante Los Galayos

Aunque está en la Plaza Mayor no es el típico restaurante turístico, fue fundado en 1894. Tienen platos caseros pero muy elaborados, entre semana tienen un menú estupendo. El local dispone de varios salones en la planta superior (Salón Duque, Salón Ávila, Salón Bodeguilla), de distintos tamaños para celebraciones, tiene también dos terrazas exteriores, una en la Plaza Mayor y otra en la calle Botoneras. Hay que fijarse en la magnífica barra, de madera tallada a mano en el siglo XVIII.

Descubrimos este sitio para comer en Madrid en una guia. Esta en una calle pegada a la Plaza Mayor .Realmente se come muy bien, pedimos: Esparragos trigueros empanados con alioli, Cochinillo (especialidad del restaurante, hamburguesa de 300gr.), era puente de la Constitucion y estaba a tope de gente el centro de la ciudad, aconsejo que reserven.

Fuimos a cenar, 6 personas, de primeros para picar pedimos tortilla de patatas: buenísima, como me gusta, ni muy seca ni muy liquida, con los trozos de patatas del tamaño perfecto, jamón ibérico muy bueno, gambas al ajillo perfectas aunque la ración es pequeña. De segundos paella mixta y paella de carne, buenas las dos. El chuleton perfecto, servido sobre una plancha de piedra caliente para hacerlo al gusto de cada uno. Postre no pedimos porque los platos son bastante grandes. El servicio bueno, no excelente pero bueno. Los precios van entre 30 y 35€ por persona. El ambiente tranquilo y el restaurant esta abierto non stop.

Tener que pagar 10 euros por una botella de agua y un triste aperirivo, que no has pedido, bueno tratandose de la Plaza Mayor de Madrid, tiene un pase, casi rozando el atraco, ahora 24 euros por un platito de gambas al ajillo, de las que me como. Saladas por 2 euros, eso en un restaurante con 110 años de historia, a mi parecer pues es reprochable y que encima tengan la desfachatez de justificarse en que es cola de gamba blanca, como si fueran idiotas los comensales, vaya el colmo

Los Galayos (Calle Botoneras, 5) es un restaurante céntrico de Madrid, fundado a mediados del siglo XIX. Tiene una buena relación calidad- precio y muy buena comida, destacando el chuletón a la piedra. Una gran elección para comer en Madrid, con solera, teniendo en cuenta que intelectuales como Lorca o Alberti se sentaron en sus sillas.

Fui para probar el "famoso" cocido que muchos alaban. Las materias primas son de baja calidad y escasas. Me refiero al chorizo, morcilla, jamón, pollo y tocino. El resultado un cocido que no volveré a probar.

Sin duda, el peor restaurante de en el que “hemos comido” trampa para turistas, mala cocina, malas maneras. Mal restaurante.

El cochinillo seco, el jamón rancio, los precios exagerados y la atención pésima y chulesca.
Un sitio para no ir.

Hermoso restaurante en un lugar privilegiado.