MALA ELECCIÓN Y DECEPCIÓN
Fui en semana santa, abril del 2015, y elegí este restaurante por el menú de 30 euros para un "caldero". Mi decepción fue cuando después de servir los entrantes y el primer plato muy rápido, vino el camarero y nos preguntó si teníamos mas hambre , pues nos dijo que no había marchado el arroz y que iba a tardar tiempo. Nos ofreció pasar a los postres. (atención, restaurante primero casi vacío y en ese momento algo mas lleno ). Accedimos pero estos eran escasos , una cuarta parte de rodaja por cabeza y lo mismo de un flan. Detalle observado : las aceiteras eran botellas rellenadas sin etiquetar. A la hora de pagar les preguntamos si el precio también sería distinto , pues no habíamos consumido una parte.