Arroces con vistas al mar
Aunque pasar unos días en la playa suponga en muchas ocasiones conformarse con preparar algo rápido para comer o recurrir al menú del día de los muchos restaurantes, cafeterías y chiringuitos, a veces pueden descubrirse sitios como este restaurante para darse algún día un homenaje gastronómico.
Aunque se encuentra en el mismísimo paseo marítimo, a apenas 50 metros de la orilla del mar, el ambiente logrado en el salón así como el esmerado servicio, deberían disuadir a algunos bañistas de sentarse a comer en bañador y chancletas, aunque no es infrecuente que esto ocurra.
Al reservar, recomiendo pedir una de las mesas que hay junto a los ventanales que dan al mar.