Excelente experiencia gastronómica
Me habían hablado muy bien del restaurante Ostatu de Gabiria, y ahora que lo he "catado", estoy ya en condición de corroborar que se trata de un sitio excelente y muy recomendable para comer, con una relación calidad/precio buena, pero sobre todo, me quedo con su ambiente rural-familiar, es un sitio de los que gustan, de los que recomiendas a amig@s y conocid@s, a los que vuelves cada cierto tiempo.
Situado en mitad del pequeño núcleo urbano de Gabiria, este restaurante que además es bar, ofrece menú del día, menú especial los fines de semana y una rica y variada carta que hará las delicias de muchos comensales. Ubicado en un antiguo y enorme caserón de piedra maciza con un impresionante escudo en la fachada, es de los típicos sitios de montaña en los que uno se sienta a comer con ganas y se siente en general a gusto, como en casa, ya que el trato es hasta familiar, da la sensación como si estuviésemos aislados comiendo en un pueblo de montaña.
Si bien me esperaba una cocina bastante tradicional, sorprende ver en la carta lo elaborados que están casi todos los platos, con presentaciones dignas de restaurantes más afamados situados en otros lugares lejanos a Gabiria. El comedor del restaurante es bastante pequeño pero muy acogedor, a pesar de la mantelería de papel, los enormes muros de piedra parecen querer proteger a los comensales del frío y viento que suele hacer muchas veces en Gabiria, uno se siente a salvo tras estos muros, y más si es con el estómago bien lleno ;-).
Las posibilidades de elección en la carta son amplísimas, pero si alguien quiere sacarla chispas a la relación calidad/precio, le recomiendo que pruebe encarecidamente el menú especial fin de semana, que por un precio en torno a los 25€, dejará boquiabierto y lleno al comensal, con café incluido. Exquisito rissoto de hongo y enorme cantidad en la ensalada de ventresca, acompañado de un confit de pato en su punto y un bacalao con tomate de chuparse los dedos, verídico. Se completa todo con agua, vino del año o sidra bien fresquita, y con unos postres caseros que sorprender tanto por cantidad como por calidad, no hay que perderse la tarta de queso y la crema de yogur, increíbles. La única pega es que no admiten tarjeta para pagar, hay que pagar en metálico, pero de veras que se paga a gusto, porque uno sale contento y satisfecho tras comer en el restaurante Ostatu. Tras lo dicho, si te pasas por Gabiria, no lo dudes ni un instante.
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