Agradable.
Cortesía absoluta tras darse cuenta de que nuestra comanda se había extraviado y ya era una hora de espera, también se olvidaron de darme la contraseña que había solicitado de la wifi y debía enviar un e-mail, se ve que fue una jornada de despropositos que pagamos los de la mesa del rincón.
Respecto a las cocas, que son la especialidad de la casa, rica la de morcila con cebolla, en cuanto al arroz muy mejorable, no era nuestro día.
El sitio es agradable al ser una masía emplazada a las afueras de Dénia con sabor tradicional, y el personal muy correcto, pero una cosa no quita la otra.