Estuve con mi familia un domingo
Éramos unos 20 y nos tuvieron que poner en 2 mesas distintas porque no había espacio suficiente, pero al no haber reservado, es entendible.
La atención fue buena, pero los camareros y camareras iban de un lado a otro y no daban abasto.
La comida no estaba mala, pero tampoco era gran cosa. Pedimos una paella y el arroz estaba algo pasado, además de que no tenía un gran sabor. Eso sí, el postre estaba espectacular.
El lugar es muy bonito y es perfecto para ir con niños, ya que hay un parque con columpios donde pueden divertirse.