Entrañable y local
Qué bien hemos comid en esta Posada. Después de la sorpresa del mercadillo local y de las fiestas de Santa Catalina, Trebuesto consigue atraparnos con la acogedora Posada.
Personal entrañable, atento, nos han explicado todos los platos. Las habitaciones conservan el toque antiguo de las posadas, epro con todas las comodidades modernas.
Muy bien situado entre el valle de Asón y el Mar Cantábrico, una zona ideal para el turismo rural y el ecoturismo, pero sobre todo para hacer senderismo por los valles que rodean la posada.
El menú del sábado, muy bueno, y a buen precio.