ANADEL
Restaurante Sa Fonda
Fue en el siglo XIX, cuando los Misioneros de los Sagrados Corazones que se hicieron cargo del Santuari, vieron la necesidad de ampliar la antigua cocina de los peregrinos.
Todavía goza de un ambiente antiguo y de cierta espiritualidad, es un gran recinto para 200 comensales con sus columnas, altos techos y un clasicismo evidente.
Dicen que aquí se toma un cabritillo de excepción, comida mallorquina especialmente.
Merece la pena verlo, aunque no vayáis a comer, recomendable tomar algo en su terraza al sol.
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