Restaurante Sa Muralla

Tossa de Mar es uno de esos pueblos de la Costa Brava catalana que conservan toda la esencia marinera, manteniendo su casco antiguo tal como era antaño. Maravillosas playas de agua cristalina y la vista en lo alto de su castillo hacen que el viajero se sienta integrado el los infinitos aromas del Mediterráneo. Un placer para los sentidos, la vista de su entorno, el oído escuchando el suave romper de las olas, el olfato salino e iodado del mar, el tacto de la arena y la calidez de sus aguas… el gusto, el paladar, si quieres sentir y disfrutar de los placeres del mar, junto a la muralla lo podrás degustar…

Sa Muralla, una antigua taberna de pescadores situada a la entrada de la Ciutat Vella, junto a muchos otros restaurantes en la misma calle, Sa Muralla destaca por su excelente servicio, su exquisito conocimiento de su sommelier de los vinos de su amplia carta, pero sobre todo, por la calidad y el sabor de sus platos. Todo ello a unos precios totalmente asequibles a cualquier viajero.

Como cada año en el mes de octubre, reservé en el restaurante Sa Muralla. Cuando llegamos al restaurante, nos asignaron la peor mesa de la terraza (que por cierto estaba más que aprovechada, las mesas no pueden estar más juntas). Nuestra mesa estaba junto a una ventana con plantas que me rozaban continuamente y le hice saber a mi pareja que no estaba cómodo. La encargada del local me ofreció otra mesa pero sinceramente, era peor, en medio de una zona de paso, así que le comenté que me quedaba con la misma.
A mi pareja le comenté que ya no volvería más, y seguidamente (metiéndose en una conversación privada), vino la encargada, nos quitó las cartas y nos dijo que no nos iba a servir.

Nos ofrecieron como pescado del día, fuera de carta, rodaballo para dos personas. Nos lo mostraron cocinado en una cazuela grande y, en lugar de servirlo en la mesa, se lo llevaron al interior, sirviendo sólo una la parte de la cola, de unos 10-12cm de largo, a cada uno de nosotros sobre una cama de patatas. Al preguntar donde estaba la parte que faltaba afirmaron haberlo puesto todo, lo cual era claramente falso.