Restaurante Solana
Optamos por el menú de terraza y en principio prometía pero...
1) Ensalada de Pichón supuestamente deshuesado pero a mi mujer le tocaron varios huesos... Agradable pero nada más.
2) Patatas bravas con chistorra de cochino negro. Nada que objetar ni nada del otro mundo.
3) Arroz caldoso con alcachofas, hongos y virutas de jamón ibérico (y una generosa piedra que le volvió a tocar a mi mujer). Correcto, pero muy poca cantidad (a mi mujer, supongo que por las protestas anteriores, le pusieron 3 trozos de alcachofa a los demás 1).
4) Rabo de buey con chips de patata. Aquí descubrimos unos trozos de algo negro y requemado con una pinta rara y le volvimos a pedir al camarero que nos explicaran qué era eso y nos dijo que en cocina decían que era laurel.
A los incidentes indicados hay que añadir que en la mesa de al lado había 2 parejas hablando con un tono de voz demasiado alto y a pesar de mis peticiones nadie les hizo bajar el tono y nos amargaron la ya frustrante experiencia gastronómica que íbamos a disfrutar para celebrar el cumpleaños de mi hijo Guillermo.
A todo esto nadie responsable de Cocina se disculpó por los fallos garrafales antes mencionados por lo cual lamento mucho hacer esta crítica tan dura pero no es para menos. No lo recomiendo en absoluto porque gastarse casi 150 Euros por tal desastre es de juzgado de guardia (Vino pago de Carraovejas 35 Euros).