Lo mejor, su ubicación
Estar comiendo en este impresionante plaza, y en un edificio medieval, es lo mejor de este sitio.
Su menú turístico con un primero, un segundo y vino costó 25 euros por comensal, está compuesto por pasta, bastante normalita, o risotto al vino tinto (sabroso) para primer plato, y una fuente de carne a la parrilla con patatas caseras aderezadas con hojas de romero de segundo (muy apetitoso).
Aquí no incluyen el postre en el menú, y casi todo el mundo come pizza, pero el menú está más que aceptable.
Curioso leer el folleto con la historia del edificio, y asomarse al foso que hay en medio del comedor.