Nunca había ido a comer a un ...
Nunca había ido a comer a un restaurante de comida india o hindú. Sí, suena raro o hasta triste, pero es cierto. Sin embargo, tenía ganas. Es de esas cosas que uno siempre quiere hacer y nunca hace. Hace unas semanas, uno de esos viernes que no sabía que hacer, me lo propuse.
Y me habían recomendado el Taj. Comida buena, original, verdadera y a precio asequible. Además, el lugar estaba bien situado para mi gusto: en el centro de Madrid pero tirando hacia afuera y en un lugar en el que seguro que se podría aparcar el coche cerca. Muy cerca del barrio de Huertas, detrás de la Plaza de las Cortes y a un paso del Paseo del Prado.
![](https://images.mnstatic.com/19/6e/196eb0c4f38fef496050e8479d1b5f0e.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/3a/da/3ada49e901ce0a5111141b4e2cc11da3.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/c8/ff/c8ff091bac4f7bac42dba949eebd5e41.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)