Una experiencia de siete cucharas.
Diciembre de 2012. Peñíscola, está vacío. Apenas se ve gente en la calle y hace un poco de frio.
La cosa no pintaba bien, cuando nos detuvimos ante un cartel que hablaba de las "Siete cucharas".
En él se explicaba que seis restaurantes, ofrecían un plato distinto cada uno, por 7€.
Nos decantamos por el "Estofado de ternera con alcachofas y robellones" del hotel Tío Pepe.
Nos atiende amablemente Juan, hombretón al que delata su acento gallego. Como entrante nos ofreció pulpo en salsa con almejas. Exquisito. Después y con un buen Alvariño, atacamos el estofado. Ración hermosa, grande en su elaboración y perfecta presentación. Como diría Sabina, duró lo que duró, y nos quedamos sin la foto del plato. Levanté la cabeza y por señas se lo indiqué a Encarni. El siguiente plato en salir de la cocina, fué para la cámara de fotos.