Visitamos este restaurante de...
Visitamos este restaurante de casualidad, al volver de un fin de semana de Port Aventura, la idea de comer en la autopista no nos seducía, así que decidimos desviarnos hacia Montblanc y fuimos a parar a este restaurante.
Es un local pequeño con apenas media docena de mesas, acogedor y decorado con buen gusto, de hecho muchas de las piezas que decoran el comedor están a la venta. La clientela era local, yo creo que éramos los únicos turistas ese día. Ofrecen cocina tradicional con toques de autor.
Aunque era domingo, pudimos solicitar el menú de 20 euros, donde ofrecían: Tres primeros, tres segundos y postres variados. Optamos por musaka de berenjenas, macarrones y ensalada y de segundo mi marido y yo tomamos suquet de marisco y mi hija bistec, de postre helado, flan y crepes de avellana. Todo estuvo delicioso y el servicio atento.