Es un restaurante muy agradable para cenar
Diferente a todo lo que hay en la zona noreste de Madrid (Majadahonda, Las Rozas, etc…). La verdad es que cuando entras te sorprende el sitio: la ubicación, su diseño, la música, la iluminación, su enorme terraza, su barra,…es uno de esos lugares que repetiré, no por la enorme calidad de la comida (que no es ni mucho menos mala, pero que creo que tendrán que ir mejorando poco a poco) pero si repetiré por todo lo que rodea este restaurante: moderno y de gente jovén. El trato con los camareros perfecto.
Me quedé con las ganas de tomarme una buena copa después de la cena, escuchando buena música.
Son los mismos dueños que el Zer03 de Pozuelo (bar de copas).